La ganadora del Premio Konex reflexionó su carrera y lo que implica recibir un reconocimiento tan prestigioso a esta altura de su carrera.
Aunque es un logro que muchos considerarían definitivo, para ella el premio llega en un momento en el que aún siente que tiene mucho más por decir. «Para mí, la verdad, es un poco temprano para ocupar un lugar consagratorio como escritora. Siento que tengo aún muchas ideas y que no he contado todo lo que quiero. No me siento desconectada de estos tiempos», afi
La autora explica que recibe el premio con gratitud y lo considera un reconocimiento importante, pero que no lo ve como una conclusión. “Es un premio relevante, pero no lo siento como una jubilación”, comenta entre risas. Además, revela que tiene “libros raros” en mente y planea dedicarse a la escritura durante el próximo año.
La generación de escritores “hijos de los 70 y 80”
Al reflexionar sobre el contexto de su carrera, la autora reconoce que forma parte de una generación marcada por los hijos de los años 70 y 80. Al igual que sus contemporáneas, como Samanta Schweblin y Gabriela Cabezón Cámara, la escritora siente que hay un conjunto de influencias que marcan a esta generación de narradores. “Nos identificamos con una literatura muy libre en cuanto a contenido, con influencias pop, de literatura fantástica y de terror. Es una generación desprejuiciada, algo que le ha permitido romper esquemas y explorar nuevas formas”, señala.
Escribir: una necesidad para el equilibrio emocional
Si bien disfruta de viajar y de la vida pública que acompaña su carrera, siente que el tiempo alejada de su rutina y de la escritura le produce cierta incomodidad. Para ella, el proceso creativo representa un espacio de equilibrio y bienestar.
Con varios proyectos aún en desarrollo, la escritora confirma que su carrera está lejos de estar concluida, y que el Premio Konex es, en todo caso, una motivación.
La ganadora del Premio Konex reflexionó su carrera y lo que implica recibir un reconocimiento tan prestigioso a esta altura de su carrera.