Un posteo de la escritora Camila Sosa Villada generó un debate sobre el precio del libro. «A ver, editorial, si vamos bajando los precios, que además ya se amortizaron.
Los editores consultados coincidieron en que no hay una intención de conversar sobre este tema de un modo más serio públicamente. Especialmente porque las editoriales grandes con variedad de títulos, traducciones y diversidad de sellos tienen un modo de formar su PVP muy diferente al proceso que debe encarar y sostener una editorial mediana o pequeña, que quizás publica una o dos novedades mensuales.
El año pasado el aumento del papel fue del 300%, muy por encima de la inflación. En el caso de Rosa Iceberg, que comenzó su producción en 2017, el costo de impresión en ese entonces era del 10% del PVP. Si ahora quisiera mantener la proporción, el precio de venta del libro debería rondar los 20 mil pesos. «Una editorial independiente no puede aplicar un aumento así, entonces hay dos opciones: o recortar por otro lado, o no hacer el libro», explica la editora.
La escritora, actriz y poeta nació en La Falda, Córdoba, y estudió Comunicación Social y Teatro. Con la novela “Las malas” se consagró como una de las autoras argentinas más sólidas y transgresoras de la escena literaria, historia con la que ganó los premios Sor Juana de la Feria de Guadalajara y Finestres de Narrativa. «Tesis sobre una domesticación» (Tusquets), la novela que presentó esta semana en distintas oportunidades y presentará este domingo en el CCK en el marco del Filba, es la reescritura de una obra que publicó en 2019.
“Lo que creo es que tenemos que pensar formas de democratizar realmente el acceso a la lectura. Pero eso se vuelve muy difícil en este contexto, sobre todo si nos quitan las herramientas con las que se puede conversar”, concluye Fanti.