En su primer trabajo en este género, la escritora italiana Francesca Manfredi narra, con tintes góticos y desde la perspectiva de Valentina, una niña en tránsito hacia la adolescencia, la historia de una generación de señoras que se ven atrapadas en una serie de desgracias que le generan situaciones culposas.
TELAM – En su primera novela «Un imperio de polvo», la escritora italiana Francesca Manfredi narra con tintes góticos la historia de una generación de mujeres que se ven atrapadas en una serie de desgracias y cargan un fuerte sentimiento de culpa, desde la perspectiva de una niña, Valentina, en su pasaje a la adolescencia que intenta comprender su historia familiar a la vez que busca construir su propia identidad y lavar una culpa que la constituye desde que nació.
«Siempre me gustó la ficción breve como lectora y luego, cuando probé la escritura de guion, descubrí que la narrativa corta era más apropiada para mí», cuenta la escritora del libro de cuentos «Un buon posto dove stare» que ganó el mejor Premio Campiello a la mejor ópera prima de 2017; uno de los más prestigiosos galardones a nivel nacional en Italia.
«Los cuentos de Raymond Carver, en particular, resultaron de una gran inspiración para mí, rompieron un largo período de silencio en la escritura y me animaron a intentar», dice sobre relatos del cuentista y poeta estadounidense en los que se hace foco en las miserias de las personas y producen una incomodidad perturbadora resuenan en la primera novela de la autora publicada por Fiordo.
«Un imperio hecho de polvo» es una obra que en tan solo en 159 páginas condensa una historia familiar que atrapa por lo inquietante. En el libro, la escritora ahonda en las temáticas que trabajó en sus cuentos: los vínculos familiares, los escenarios domésticos y una fuerte presencia del concepto de «hogar». «Con la novela, tuve la posibilidad de decir y explorar más sobre cómo las personas conectan con el espacio en el que viven, cómo puede estar cargado de significados y memorias al punto que se convierte en una persona en sí misma, difícil de dejar atrás», explica Manfredi.