Se trata de un recorrido visualmente impactante y muy fotografiable por 17 instalaciones lumínicas desplegadas a lo largo del parque, un itinerario extenso ordenadamente señalizado con flechas y carteles que anticipan cómo se llama cada una de estas «paradas» -como «Saturnalia» o «Avenida de las estrellas»- que propone recorrer la totalidad del jardín de noche en pleno invierno por lo que habrá que ir muy abrigado y con calzado cómodo para sobrellevar con elegancia la oscuridad y el andar sobre el pedregullo de los senderos. La clave de montar este espectáculo en invierno es que anochece mucho más temprano que en cualquier otro momento del año.