Un resumen excesivamente detallado que proporcionó ChatGPT sobre sus libros, fue la principal pista para levantar las sospechas de Awad y Tremblay. La capacidad de saber con precisión la trama de las obras llevó a los autores a considerar que la IA generativa de OpenAI entrenó previamente leyendo sus libros que cuentan con derechos de propiedad intelectual. Awad y Tremblay hicieron equipo para crear una demanda colectiva contra la compañía que creó a la IA.
Miles de hackers harán un ataque masivo para poner a prueba la seguridad de los chatbots de IA
«Este ejercicio independiente proporcionará información crítica a los investigadores y al público sobre los impactos de estos modelos», explicó el gobierno de EE.UU. en un comunicado. La idea, además, es que las compañías desarrolladoras puedan tomar medidas para solucionar los problemas que se encuentren en sus modelos.