Recientemente inaugurado, el Museo de Arte Prohibido reúne obras de esa colección y préstamos. Hay Goya, Klimt, Andy Warhol y Ai Weiwei -artistas cuyas producciones alguna vez han tenido un «pero» por las lecturas que evocaron- pero también piezas que captaron la atención del público y la prensa, como la estatua del dictador español Francisco Franco metido en un frigorífico, por la que su autor, Eugenio Merino, fue denunciado, o el Cristo sumergido en orina del artista estadounidense Andrés Serrano.