El prestigioso galardón lo recibieron en ediciones anteriores autores como Isabel Allende, Pedro Lemebel y Jorge Volpi. La escritora argentina se refirió a «la predisposición del mercado de publicar a más mujeres que varones».
La escritora argentina Samanta Schweblin, una de las narradoras más reconocidas a nivel internacional y protagonista de la actual potencia de la literatura latinoamericana, fue galardonada con el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2022, que otorga anualmente la Universidad de Talca, en Chile.
El galardón, creado en 2001 y dotado de 50.000 dólares, lleva 21 ediciones y ha condecorado a relevantes autores como los chilenos Isabel Allende (2003), Pedro Lemebel (2013) y Diamela Eltit (2010), la uruguaya Cristina Peri Rossi (2019) o los mexicanos Jorge Volpi (2009) y Cristina Rivera Garza (2021).
Tras recibir el premio, Schweblin, de 45 años y autora de libros como Kentukis y Distancia de rescate, reconoció que «hay una predisposición del mercado de publicar a más mujeres que varones». Y añadió: «Esto es un una puerta que se abrió y que espero que no vuelva a cerrarse. Por eso no me gusta llamarlo boom».
Junto a Schweblin, decenas de autoras de diversos países latinoamericanos se destacan alrededor de mundo, un fenómeno que ha ido de la mano con procesos sociales a nivel global donde el feminismo se ha vuelto uno de sus corazones. «Por un lado yo creo que ya hay una predisposición del mercado de publicar a más mujeres que varones. Parece mentira, pero hay algo de eso y hay que tener cuidado, porque lo mejor que podría pasar sería que se publique lo mejor que se está escribiendo y que no se esté pensando en género a la hora de publicar», dijo Schweblin.
«Pero también, en mi caso, si uno piensa en todos los movimientos feministas que hemos atravesado en todos estos años y todas las puertas que estos movimientos han abierto, esto siempre funciona igual. Son tres pasos para adelante y dos para atrás. Entonces, en algún momento esto se compensará», explicó la escritora.
A su juicio, la literatura escrita por mujeres era, hasta ahora, una «literatura minoritaria», y hoy «llega de pronto y ocupa espacios, trayendo un montón de información y maneras y puntos de vista nuevos, historias nuevas. Y eso lo hace genuinamente espectacular».
Literatura y cine
Schweblin, quien está radicada en Berlín desde hace una década, estudió Diseño de Imagen y Sonido en la Argentina, aunque asegura que siempre estudió cine como una forma «autodidacta» de entender cómo contar historias desde la literatura.
Con la adaptación de su primeva novela Distancia de rescate al cine, tuvo la posibilidad de involucrarse en este formato, del que destaca importantes diferencias con la literatura en tanto la figura del lector desaparece cuando deja de tomar decisiones, y sus experiencias personales ya no le dan forma al relato.
«Para mí la literatura de verdad tiene algo especial que no puede dar el cine. A mí me enoja cuando se dice que el cine es más visual que la literatura, que es una herramienta muy, muy, muy potente y que vamos a pagar un precio alto si la dejamos de lado», enfatizó.
«La literatura es una tecnología extraordinaria que nos permite enfrentarnos a miedos, preguntas, dilemas con un material muy personal que es solo nuestro, y ejercitar en esos espacios. Hacemos eso en cualquier instancia de ficción, lo hacemos en el cine, lo hacemos en un videojuego, pero en la literatura sucede de una manera extremadamente personal, entonces cala de una manera que no sé si calan las otras ficciones», concluyó.