La FDA de Estados Unidos rechazó la autorización que pidió Neuralink, compañía creada por el magnate, para comenzar los ensayos clínicos con personas. Cree que el invento pondría en peligro a los involucrados.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos rechazó la autorización que pidió Neuralink, la controversial y ambiciosa compañía fundada por Musk, para comenzar a probar chips en cerebros humanos. No es seguro, dijo la autoridad regulatoria.
Sin embargo, la FDA dijo que tenía «docenas» de dudas sobre posibles riesgos en el uso de estos dispositivos, informó la agencia Reuters.
Estos chips se insertarían en el cerebro gracias a filamentos microscópicos. El objetivo sería aprovechar la inteligencia artificial para captar la actividad cerebral a través de una interfaz cerebro-computadora. La agencia gubernamental cree que uno de los peligros, por ejemplo, es que estos pequeños dispositivos podrían desplazarse a otras partes del cerebro. O peor: podrían recalentarse, lo que supondría un riesgo importante para las funciones cognitivas de los involucrados.
Neuralink ya avanzó con pruebas en monos
Neuralink hizo una presentación en 2021 en la que mostró a un mono jugando al Pong. Al principio, se ve al animal utilizar un joystick. Pero, más tarde, asegura la empresa en el video, el mono sigue interactuando con el juego pero usando solo su mente. Esta fue la primera gran demostración pública que hizo la compañía sobre sus capacidades.
La polémica estalló al poco rato, luego de que Neuralink confirmara en febrero de 2022 que varios animales murieron en los experimentos. El Comité de Médicos por una Medicina Responsable, una organización que aboga por alternativas a la experimentación con animales, denunció a la empresa por crueldad animal y pidió a las autoridades que suspendieran las pruebas.
Miembros del personal de Neuralink le informaron a Reuters que la empresa pidió que se aceleraran los experimentos con animales. El objetivo es intentar recopilar más datos que resolvieran las dudas de la FDA y así lograr la autorización para probar chips en cerebros humanos.