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En solo dos meses desde su presentación en noviembre de 2022, el chatbot ChatGPT impulsado por inteligencia artificial (IA) alcanzó los 100 millones de usuarios activos mensuales, el crecimiento más rápido de una aplicación de consumo en la historia. Como hablamos en varias ediciones, los chatbots como ChatGPT son modelos de lenguaje grande (LLM), un tipo de inteligencia artificial conocida como «IA generativa». La IA generativa se refiere a algoritmos que, después de entrenarse con cantidades masivas de datos de entrada, pueden crear nuevos resultados, ya sean texto, audio, imágenes o video.

La tecnología avanza a una velocidad vertiginosa y si bien las reacciones y las advertencias sobre “el fin de la creatividad humana” son un poco exageradas, hay áreas en las que los desarrollos de la Inteligencia Artificial se toman muy en serio. Tal es el caso del gremio de autores de 13.000 miembros en la ciudad de Nueva York, la principal organización defensora de los escritores de los Estados Unidos, que recientemente publicó una actualización de su modelo de contrato comercial de libros con una nueva cláusula que prohíbe a los editores utilizar o sublicenciar libros para entrenar tecnologías de IA para generar texto (Publishing Perspectives, 3 minutos).

Sin dudas estamos hablando de un área en rápido desarrollo, y es de esperar que surjan nuevos peligros y oportunidades legales y comerciales a medida que la tecnología avance y se utilice. El gobierno, las empresas y la sociedad pueden aprovechar los primeros aprendizajes de la explosiva popularidad de la IA generativa para desarrollar acciones para protegerse contra su peor comportamiento y casos de uso antes de que esta tecnología impregne todas las facetas del comercio. A propósito, les compartimos un gran artículo que desarrolla 10 riesgos que principalmente tienen las IA generativas en términos legales: desde la desinformación que puede generar contenido producido por estos sistemas, los propios relacionados con la propiedad intelectual, y aquellos asociados a la discriminación (que se puede generar, dependiendo la fuente de la que parte para escribir contenidos).

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