En los últimos años, el consumo de contenidos audiovisuales ha experimentado una transformación radical. La audiencia, cada vez más exigente y diversificada, ha comenzado a migrar desde la transmisión online tradicional hacia el consumo On Demand.

Un estudio reciente realizado por la consultora Rating Streaming, que abarca desde septiembre de 2024 hasta marzo de 2025, ha puesto en evidencia esta tendencia, analizando el comportamiento de las audiencias de LN+A24 y OLGA. Los resultados son contundentes: el modelo de transmisión online está en crisis, y las señales de noticias y entretenimiento no han logrado frenar este fenómeno.

El declive de LN+ y A24: la audiencia que se esfuma

El caso de LN+ es emblemático. Según el estudio, en la última semana de febrero de 2025, esta señal de noticias registró apenas la mitad del promedio de audiencia que alcanzó en los picos de la primera quincena de noviembre de 2024. Esta caída no solo refleja un cambio en los hábitos de consumo, sino también un desafío para las estrategias tradicionales de retención de audiencia.

Por su parte, A24, que lanzó una nueva programación con figuras periodísticas destacadas y una mayor inversión en producción, no logró captar la audiencia perdida por LN+. Esto demuestra que, incluso con renovaciones y apuestas ambiciosas, las señales de noticias no están consiguiendo adaptarse a la preferencia creciente por el contenido On Demand. El estudio concluye que la llegada de personalidades reconocidas y un mayor presupuesto no son suficientes para revertir esta tendencia.

OLGA: programas amesetados y audiencia en descenso

El análisis de OLGA, la señal de entretenimiento, también arroja datos preocupantes. El estudio se centró en los programas “Soñé que volaba” y “Sería Increíble”, transmitidos de lunes a viernes en dos franjas horarias: de 8 a 10 y de 10 a 13. Los resultados muestran que ambos programas han alcanzado una meseta en sus niveles de audiencia, en un contexto de descenso constante del consumo online.

En el caso de “Soñé que volaba”, la comparación entre la última semana de febrero de 2025 y la primera semana de septiembre de 2024 revela una disminución de más del 22% en la audiencia online. Por otro lado, “Sería Increíble” experimentó una caída aún más pronunciada, con una reducción del 29% en el mismo período. Estos números reflejan no solo un estancamiento, sino también una pérdida significativa de interés por parte del público.

El traslado hacia el consumo On Demand

El estudio de Rating Streaming permite concluir que la migración de la audiencia hacia el consumo On Demand es un fenómeno imparable. Los espectadores buscan mayor flexibilidad, personalización y control sobre lo que ven, características que el modelo de transmisión online tradicional no puede ofrecer. Plataformas como NetflixAmazon Prime Video y YouTube han capitalizado esta tendencia, ofreciendo contenidos bajo demanda que se adaptan a los horarios y preferencias de los usuarios.

En este contexto, las señales de noticias y entretenimiento enfrentan un doble desafío: por un lado, deben competir con plataformas globales que cuentan con recursos ilimitados; por otro, deben reinventarse para atraer a una audiencia que ya no está dispuesta a consumir contenidos en horarios fijos o bajo una programación lineal.

¿Qué pueden hacer LN+, A24 y OLGA para adaptarse?

Ante este escenario, las señales analizadas tienen la oportunidad de reinventarse y explorar nuevas estrategias. Algunas acciones que podrían considerar incluyen:

La crisis de la transmisión online no es un fenómeno aislado, sino parte de una transformación global en los hábitos de consumo de contenidos. LN+A24 y OLGA son solo algunos ejemplos de cómo las señales tradicionales están siendo afectadas por esta tendencia. Sin embargo, también representan una oportunidad para innovar y adaptarse a las demandas de una audiencia cada vez más digital y exigente.

El futuro de la televisión y el entretenimiento pasa por la flexibilidad, la personalización y la capacidad de ofrecer contenidos de calidad en cualquier momento y lugar. Aquellas señales que logren entender y capitalizar esta transformación no solo sobrevivirán, sino que también podrán liderar la nueva era del consumo audiovisual.