A modo de material complementario, se alienta en los libros a que quienes se sientan identificados con las problemáticas que atraviesan los personajes pidan ayuda. «Les proporcionamos líneas y enlaces a asociaciones especializadas en desórdenes alimenticios. Nunca sabés quién está del otro lado y quizá a alguien pueda servirle esa información y ese empujoncito», detalla la editora.