En un primer momento, el equipo de investigación del proyecto Oleastro, de las universidades de Córdoba, Sevilla y Montpellier (Francia) no se sorprendió al recibir el fragmento de la mano de Francisco Adame, vecino de la aldea de Ochavillo, en el término municipal de Fuente Palmera, la persona que reparó en el trozo de ánfora cuando paseaba por la zona del arroyo de Tamujar, en un área muy cercana a la aldea de Villalón, también en Fuente Palmera.